Cap. 89 Una salida engañosa

Una vez que la semana llegó a su fin, Xia Yao recibió su salario junto con un bono de fin de año. Como era de esperar, lo primero que hizo fue cargar hacia el supermercado, comprando todo tipo de bocadillos y especialidades locales. Esta vez, escaneó intencionalmente los datos nutricionales de los paquetes, asegurándose de ignorar por completo todos los refrigerios sin nutrición y optando por comprar todos los alimentos sanos y con descuento.

[Xia Yao y Wu Suowei no seran parientes lejanos?]

Al principio, Xiao Ya quería preparar todo para Yuan Zong, pero como aún le quedaban unos días antes de irse, decidió colocarlo en su oficina. Sin embargo, una vez que completó su misión y estaba a punto de regresar al trabajo, su boca de repente se sintió suave, una indicación de que comiera algo para arreglar esta situación desesperada. Sus ojos se dirigieron hacia las tres bolsas extremadamente llenas, pensando que comer una bolsa no importaría, ¿verdad? Como resultado, su mano buscó en una de las bolsas buscando alrededor, y una vez que escogió algo que le encantaba comer, lo sacó con satisfacción.

Esa noche, cuando Xia Yao tuvo que trabajar horas extras, se sintió un poco hambriento y no quería salir y hacer fila para comprar comida o llevar comida para llevar.

¿Ahora que? Está bien .... ..

Una vez más, sus garras alcanzaron esas tres grandes bolsas de delicioso refrigerio antes de que él sintiera la necesidad de agarrar algo. Cuando lo sacó para mirar, pensó, ¡Yuan Zong no necesariamente comería esto! Lo que sea, lo ayudaré a disminuir su carga.

Al día siguiente, todavía había un deseo extraño en su boca una vez más. Sin ninguna otra opción, se 'obligó' a elegir dos cosas de la bolsa, pero incluso después de comerse seis, su antojo se demoró y se comió los demás artículos. De esta forma, su desayuno se resolvió gracias a los snacks de esa bolsa, antes del mediodía llegó a tomar un paquete de fruta confitada como aperitivo y almuerzo, sacó dos paquetes de espinos para entretener su estómago. Pero incluso antes de que comenzara la cena, todavía no podía evitar que su boca se moviera ...

Así de simple, Xia Yao hurtó furtivamente los bocadillos, y después de huir durante tres días seguidos, ¡de repente descubrió que no había nada de comida en una de las bolsas!

¡Mierda! Tengo que llevarlo rápidamente ... pensó Xia Yao, si no, ya no habrá más.

Yuan Zong no pudo evitar mirar asombrado cuando Xia Yao colocó dos bolsas grandes llenas de comida en su escritorio.

"Aperitivos para el camino", dijo Xia Yao.

Mirando la bolsa, entonces en Xia Yao, Yuan Zong simplemente se rió, "Solo estoy en el avión por un poco más de dos horas, ¿por qué compraste tanto para mí?"

"¡Puedes llevártela a casa y comértela! ¿No es una región montañosa remota y pobre allá? Incluso si alguien quisiera comprarlas, necesitarían caminar al menos unas pocas millas, y todos los puestos pequeños solo venden arroz o fideos aceitosos, nada que sea apetecible ".

Yuan Zong tiró de la mano de Xia Yao y la agarró con fuerza antes de dejar que su mirada tierna lo mirara.

"Esas historias que te conté eran de cuando era más joven, ahora se han ido".

En verdad, Yuan Zong había olvidado desde hacía mucho tiempo cuándo había mencionado las dificultades y el hambre que enfrentó en su niñez a Xia Yao, y no esperaba que la persona que estaba frente a él pensara en ello desde entonces.

La sensación de que Xia Yao tenía miedo de no poder comer lo que quería hizo sentir a Yuan Zong, no hay honor que pueda reemplazar esta sensación de satisfacción.

"Oh."

Xia Yao parecía decepcionado mientras respondía. Si lo hubiera sabido antes, ¡se habría comido todo!

"Pero, lo que tu has comprado son realmente todas las cosas que nunca antes había tenido y probablemente tampoco las vendamos allí", dijo Yuan Zong.

"¿De Verdad?" Xia Yao se curó en un instante, "También hay de esos, tienes que llevarlo todo contigo".

Yuan Zong siguió la mirada de Xia Yao y vio cuatro cajas grandes completamente empacadas sin siquiera una pizca de espacio. Solo había algunas marcas y números en la superficie, todos los cuales eran productos especiales. Yuan Zong se acercó para echarle un vistazo, por lo menos era 200 kg.

"¿Cómo te las arreglaste para tener todo aquí?" le preguntó a Xia Yao.

Xia Yao dijo: "¡Lo llevé!"

"¿Por tí mismo?"

"Sí, no es tan pesado".

Tocando acciones simples, Yuan Zong se quedó sin palabras por un momento antes de golpear la frente de su Xia Yao, "¿Por qué eres tan estúpido?"

Pensando que a Yuan Zong no le gustaba  los artículos pesados y que era un inconveniente para el viaje, rápidamente dijo, " puedes verificarlo pero si eso no funciona, está bien enviarlo también. ¡No se caducara de todos modos! En mi casa cada año se acumulan montones de productos de Año Nuevo. Es un desperdicio si no nos comemos todo. Será bueno si lo llevas de regreso y lo comes o puedes dárselo a tus parientes y dices que es un pequeño regalo de bondad de mi parte ".

Dado que este pequeño y dulce mocoso era tan considerado, ¿qué razón tiene Yuan Zong para no aceptarlo?

"El día que te vayas, te llevaré. De esa manera, puedo ayudarte a moverlo también", dijo Xia Yao naturalmente.

Yuan Zong respondió: "Está bien, puedo moverlo".

Una sonrisa traviesa floreció en los labios de Xia Yao, mientras algunos pensamientos llenaban su mente.

"Puedes usar tu 'arma real' y 'bolas de oro sin igual' para llevarlo. Ya sabes, puede aumentar tu rendimiento sexual".

Al escuchar eso, Yuan Zong pellizcó las partes pequeñas de la cintura de Xia Yao, "Quiero cargarte y llevarte de vuelta ahora mismo".

"Jajaja ......"

Cuando Xia Yao regresó a casa esa noche y vio a su madre mirando fijamente una pila de regalos, no pudo evitar acelerar sus pasos hacia su habitación.

"¡Hijo!"

En solo un segundo, los pasos de Xia Yao cesan inmediatamente antes de girar la cabeza hacia un lado para mirar a la Sra. Xia con una sonrisa.

"Mamá, ¿qué está pasando?"

La Sra. Xia dijo: "¿Tu unidad no envió nada este año?"

"¡Lo hicieron!" Xia Yao señaló a la Sra. Xia, "¿No está todo allí?"

"No estoy hablando de esto. Quiero decir, ¿tu unidad no te envía otras cosas cada año?"

"Oh, estás hablando de eso".

Xia Yao recurrió a informar vagamente: "¡No lo recibí este año! Tal vez los altos mandos se examinaron más en serio y no permitirán un tratamiento especial".

La Sra. Xia arrugó las cejas, expresando sus sospechas, "Eso no puede ser. También recibimos una caja menos. ¿Cómo es que no hay tocino? Sabes, el del año pasado que elogié fue realmente delicioso y podría durar hasta mayo sin perder su sabor. Realmente me gusta su sabor. Dime, ¿por qué no hay ninguno este año? "

Probándose lo mejor posible para mantener su mirada fija en ella, Xia Yao fingió confusión: "¿Cómo se pueden enviar lo mismo todos los años, eh?"

"Pero la verdad sigue siendo la verdad, ¡todavía hay una caja menos de productos! ¿No la enviaron o la reemplazaron con otra cosa?"

Xia Yao mantuvo la misma actitud: "La política con respecto a esto es más estricta en cuanto a ahorrar en gastos".

Sin molestarse en decir nada más, la Sra. Xia se levantó y fue a otra habitación.

Al verla irse, Xia Yao dejó escapar un gran suspiro de alivio, tener una madre con ojos feroces y perceptivos es realmente desastroso.

Qué diablos ... a pesar de que había tantas cosas, en realidad recordó cada una de ellas. Afortunadamente, logré engañarla ...

Justo cuando abría la puerta y estaba a punto de entrar, la voz fuerte y clara de la Sra. Xia sonó hacia él desde la habitación de al lado.

"Xia Yao, ¿qué pasó con la caja de cigarrillos Zhongnanhai [1]que envió tu tercer tío?"

[1] Zhongnanhai- "Mar Central y del Sur" es un jardín imperial en la Ciudad Imperial, Beijing, China adyacente a la Ciudad Prohibida; sirve como la sede central para el Partido Comunista de China y el Consejo de Estado (gobierno central) de China, y también alberga la oficina del Presidente de la República Popular de China.

Cuando sus ojos se agrandaron y lentamente se dirigieron hacia la voz, Xia Yao de repente se estremeció y una vez que escuchó los pasos de la Sra. Xia resonar más cerca de él, rápidamente cambió su expresión a una llena de pérdida y devastación.

"¡No lo seeeee! ¿Qué quieres decir con Zhongnanhai?"

Las mejillas de la Sra. Xia se sonrojaron con urgencia, "Los puse en el armario antes de cocinar esta tarde. Lo recuerdo claramente. El encargado de la casa no estaba en la casa durante este período tampoco. Dime, ¡¿te los robaste y te los fumaste todos?! "

"Nunca fumo esa marca. Solo fumo la marca Yuxi". Xia Yao sacó un paquete de cigarrillos y lo agitó frente a la Sra. Xia, "Además, si realmente quisiera fumarlo, lo hubiera hecho honestamente. ¿De qué sirve que pueda robarlo?"

La Sra. Xia también tuvo el mismo pensamiento. Es su hijo después de todo, ¿cómo puede ella no conocerlo? Xia Yao nunca haría algo como esto.

"Tal vez cuando saliste a caminar, llegó un ladrón", dijo Xia Yao con convicción, "Durante el final del año, el robo siempre es bastante alto. Recientemente, también capturamos a alguien debido a esto. Ademas, dejarlo también es un lugar clave en este distrito ".

La señora Xia dejó escapar un suspiro lamentable, "¡Realmente quiero cortar el brazo de ese humilde bastardo!"

Sus palabras inmediatamente causaron que Xia Yao se atragantara con su saliva antes de irse a su habitación abatido.

Por la noche, Xiao Ya jugaba solo en su habitación con la pequeña casa de juguete que Yuan Zong le había dado. Con Yuan Zong saliendo pasado mañana, y pensando que no se había ido a casa en más de tres años, Xiao decidió no ir y molestarlo durante los próximos dos días para que pueda estar de buen ánimo.

¡Hasta mañana, y el último día, después de eso tendrá que decir adiós al increíblemente habilidoso cocinero, muy talentoso con una enorme virilidad del hombre del noreste!

¡Realmente no quería separarse!

Xia Yao sacó la figurita de él de la casa y la apretó con todas sus fuerzas, era muy resistente. Ahora, viendo que el pequeño solo llevaba calzoncillos, exponiendo una apariencia coqueta, Xiao Ya no se sentía avergonzado. Por el contrario, en cambio lo admiraba, y cuanto más lo miraba, más guapo parecía.

No muy lejos de la ventana de Xia Yao, Yuan Zong estaba silenciosamente parado debajo de un árbol con la luz de la luna proyectada oblicuamente hacia él, creando una silueta larga y estrecha.

Cuando Xia Yao se sentó y se apoyó contra la ventana. La leve sonrisa que se enganchó en la esquina de su boca y su hermosa apariencia fue tomada como una vista panorámica de Yuan Zong. Yuan Zong no puede dibujar. No le gusta tomar fotos. Todo lo que podía hacer simplemente era usar sus ojos agudos para grabar profundamente esta escena en su mente y dejarlo acompañar durante los fríos y solitarios treinta días o más por delante.

Una colilla de cigarrillo cayó bajo el árbol antes de que el viento soplara arena, enterrándolo por completo.

Mientras estaba en el trabajo la tarde siguiente, Xia Yao miraba su reloj en repetidas ocasiones, sufriendo el lento cambio de tiempo que marcaba sin preocuparse por su modo de pensar. Era casi la hora de dejar el trabajo. Finalmente podría ir a Yuan Zong y jugar con él durante unas horas, luego comer juntos la última comida del año. Pero al final, llegó una orden. Un sospechoso que ha sido cazado durante muchos días finalmente ha aparecido, la fuerza policial necesita ir rápidamente y atraparlo.

Con eso, Xiao solo podía llevar su arma y subirse al automóvil de la policía.

Después de tender una emboscada en el suelo cubierto de nieve durante más de tres horas, el criminal fue capturado con éxito.

Por ahora, la oscuridad ya ha reinado. Xia Yao regresó rápidamente a su unidad y, sin dar tiempo a cambiarse de uniforme, abandonó rápidamente la escena.

Después de haber pasado tanto tiempo en la nieve, las manos de Xiaoo estaban congeladas y rígidas, por lo tanto, mientras manejaba sus agarres en el volante no era constante ya que sus manos temblaban todo el tiempo.

Cuando Xia Yao llegó a la compañía de Yuan Zong poco después de las nueve en punto, la entrada estaba cerrada. Pensando que Yuan Zong había regresado a casa para empacar sus cosas, Xia Yao lo llamó directamente en el acto.

"¡No me esperaste! Bien, no iré a verte mañana. ¡Puedes salir solo!"

Yuan Zong miró la gran extensión de nieve desde el exterior de la ventanilla del automóvil y dijo: "Ya estoy en mi ciudad natal".

Xia Yao quedó atónito hasta el punto de que sus ojos se ensancharon un poco antes de preguntar vacilantemente: "¿Qué dijiste?"

"El vuelo estaba programado para hoy".

Al escuchar esas seis palabras, todo el ser de Xia Yao se derrumbó, "¡Pero definitivamente me dijiste que era mañana!"

"No quería que me despidieras", dijo Yuan Zong.

La cara de Xia Yao permaneció apretada por un largo rato, luego se enfrentó al teléfono y gritó de rabia.

"¡Hijo de puta!"

Luego, Xia Yao arrojó el celular implacablemente sobre el asiento, pisó el acelerador y salió a toda velocidad.

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